¿Cuál es el impacto económico de la exclusión laboral de las madres peruanas?

31 de octubre de 2024 por
Olivia Chava
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El 76% de las madres en Perú trabaja en el sector informal, enfrentando una exclusión laboral que compromete su seguridad económica y la de sus familias. Esta precariedad laboral no solo limita su acceso a beneficios sociales, sino que también impacta en el desarrollo económico del país.

Ángela García, enfermera y dueña de un pequeño negocio en Comas, y Noemí Farfán, madre de dos hijos en San Juan de Lurigancho, enfrentan desafíos que afectan su estabilidad económica. Ángela señala: “Mis ingresos se redujeron a la mitad; tuve que dejar mi trabajo y depender solo de mi negocio”. Esta situación se refleja en Noemí, quien, tras abandonar su empleo en un call center, depende de su pareja como único sostén económico. "No percibo ningún sueldo. Mi pareja distribuye el dinero para los gastos de la casa”, afirma Noemí, quien ha completado seis ciclos de estudios en Administración de Negocios Internacionales.

Asimismo, Aracelly Rojas, docente en Puente Piedra, experimenta dificultades similares. Aunque cuenta con un empleo formal, expresa: “Mis ingresos son variables y no cuento con un seguro de salud estable”, lo que pone de manifiesto la precariedad en la que muchas mujeres trabajan sin protección. Estas circunstancias evidencian que la decisión de cuidar a los hijos puede conducir a una exclusión económica significativa.

En Perú, ser madre no solo implica asumir un rol de cuidado, sino también enfrentar desafíos económicos y laborales significativos. La falta de políticas de apoyo sigue siendo un reto, afectando especialmente a las madres en empleos formales y con ingresos medios. Ángela García, enfermera y dueña de un pequeño negocio en el distrito de Comas, sabe bien cómo estos desafíos afectan su estabilidad: “Mis ingresos se redujeron a la mitad; tuve que dejar mi trabajo y depender solo de mi negocio”. Su situación refleja la realidad de muchas madres trabajadoras en el país.

Madres en la PEA 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población de madres en el Perú alcanzó aproximadamente los 8.9 millones en 2023. De estas, el 66.5% forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que el 33.5% permanece fuera del mercado laboral. La tasa de empleo para las madres en la PEA es alta, con un 96% de ellas empleadas; sin embargo, estas cifras también reflejan una importante brecha de género. En 2023, la PEA masculina alcanzó los 10.5 millones, mientras que la femenina se quedó en 8.2 millones, una diferencia que continúa vigente en 2024. Esta brecha implica limitaciones en la inclusión laboral de las mujeres y revela una necesidad de políticas que equilibren las oportunidades.

Comparación con la PEA masculina

La comparativa de la Población Económicamente Activa (PEA) entre hombres y mujeres muestra un panorama que resalta la desigualdad de género en el ámbito laboral. Según el INEI, en 2023, la PEA de hombres fue de 10,496.21 mil, mientras que la de mujeres alcanzó solo 8,258.984 mil. Para 2024, se presentó un leve incremento en ambas cifras durante lo que va del año, con una PEA de hombres de 10,575.314 mil y de mujeres de 8,328.259 mil. A pesar del crecimiento en la participación laboral femenina, la brecha entre ambos géneros se mantiene significativa, evidenciando la necesidad de continuar con políticas que promuevan la equidad en el mercado laboral.

Ingresos económico del trabajo materno

Las madres activas en el mercado laboral tienen un ingreso mensual promedio estimado en S/1,420.4, dedicando 40 horas semanales a empleos remunerados y alrededor de 27 horas a trabajo no remunerado, que incluye tareas de cuidado infantil y responsabilidades domésticas. Este trabajo no remunerado contribuye significativamente al Producto Bruto Interno (PBI), elevando el aporte total de las madres a aproximadamente S/165,000 millones anuales, equivalente al 16.72% del PBI nacional en 2023. Este dato destaca la relevancia económica del trabajo materno, a menudo subestimado.

Sin embargo, diversas barreras impiden la plena participación de las madres en el mercado laboral. La falta de políticas de conciliación familiar-laboral es notable, ya que solo el 20% de las empresas en Perú ofrecen horarios flexibles, lo que dificulta equilibrar responsabilidades. Además, las mujeres enfrentan discriminación laboral por su condición de madres, resultando en menores oportunidades de ascenso y salarios más bajos, como indica un estudio de la Revista de Investigación de la Corte Superior de Justicia de Huánuco.

Las consecuencias de esta situación son evidentes en la desigualdad salarial. Las mujeres perciben un salario promedio de S/1,716.4 mensuales, representando solo el 74.3% de lo que ganan los hombres en promedio (S/2,309.6 mensuales). Esta brecha salarial subraya las persistentes desigualdades de género, reflejando que, a pesar de tener niveles educativos similares, las mujeres siguen enfrentando menores compensaciones. Abordar estas barreras es crucial para potenciar la participación económica de las madres y mejorar su calidad de vida.

Distribución de madres en la PEA por departamentos

La participación de las madres en el mercado laboral varía significativamente entre departamentos. Lima Metropolitana lidera en cuanto a la PEA femenina, con 2.6 millones de mujeres, incluidas madres, en el mercado laboral. Otros departamentos como La Libertad y Cusco también destacan, con 690,000 y 455,000 mujeres en la PEA, respectivamente. Sin embargo, en regiones como Madre de Dios y Tumbes, las cifras son considerablemente menores, con 39,900 y 48,800 mujeres, debido a las condiciones económicas y demográficas específicas de cada región, que incluyen dependencia en sectores como la minería y la agricultura, en los que persisten altos niveles de informalidad y barreras de acceso al empleo.

Impacto económico de la inactividad femenina en el Perú

La inactividad laboral femenina tiene un costo económico considerable para el Perú. Según la Encuesta Nacional de Hogares, entre noviembre de 2022 y enero de 2023, aproximadamente 1.3 millones de mujeres se encontraban en la Población No Económicamente Activa (No PEA), lo que se traduce en una pérdida económica estimada de S/1,826 millones. Este cálculo se basa en un ingreso promedio de S/1,405 por mujer activa (INEI, 2023). La exclusión de estas mujeres del mercado laboral no solo implica una pérdida individual en términos de ingresos, sino también una falta de contribución significativa al crecimiento de la economía nacional.

A nivel agregado, el trabajo no remunerado en el hogar alcanza un valor equivalente al 20.4% del Producto Bruto Interno (PBI), evidenciando la importancia económica de las labores domésticas y de cuidado que realizan las mujeres, aunque a menudo se consideran invisibles y desvalorizadas (Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, 2023). Sin políticas inclusivas que faciliten su acceso al mercado laboral, el país no solo pierde una valiosa fuerza laboral, sino que también perpetúa las desigualdades de género que limitan el desarrollo social y económico.

Informalidad y desigualdad salarial

La desigualdad de ingresos sigue siendo notable, con las mujeres ganando en promedio S/1,716.4 mensuales, apenas el 74.3% del salario promedio de los hombres (S/2,309.6). Esta brecha salarial refleja persistentes desigualdades de género, donde, incluso con niveles educativos comparables, las mujeres reciben menores compensaciones por su trabajo. Además, el impacto de la informalidad en el empleo es alarmante: en 2023, el 76% de las madres trabajadoras laboraba en la informalidad, superando el 71.4% de los hombres, lo que limita su acceso a beneficios y seguridad social. Aracelly Rojas, docente en Puente Piedra, comparte: “Mis ingresos son variables y no cuento con un seguro de salud estable”, ilustrando la precariedad en la que muchas mujeres laboran sin protección alguna.

En sectores como la agricultura y el comercio, que concentran más de 6 millones de empleos informales, las mujeres perciben un salario promedio de S/1,099, muy por debajo de los S/2,903 en empleos formales, lo cual genera una diferencia de S/1,804 por trabajadora. Esta disparidad económica representa pérdidas de hasta S/130.4 millones anuales, subrayando la urgencia de políticas que promuevan la formalización y equidad en el mercado laboral femenino.

Aportes de las madres al Producto Bruto Interno (PBI)

En 2023, las madres peruanas representaron una contribución significativa al Producto Bruto Interno (PBI), calculada en aproximadamente 16.72%. Esta cifra integra el valor económico del trabajo remunerado y no remunerado realizado por las madres en la Población Económicamente Activa (PEA) y en la Población No Económicamente Activa (NO PEA). De un total de 8,777,000 madres en Perú, el 66.5% forma parte de la PEA y está empleada en un 96%, generando un ingreso promedio anual de S/17,044.8, lo que representa aproximadamente S/94,000 millones al año en trabajo remunerado. Además, el trabajo no remunerado —principalmente tareas domésticas y de cuidado— está valorado en S/71,000 millones anuales, elevando el aporte total de las madres al PBI a S/165,000 millones.

El 33.5% de las madres en la NO PEA enfrenta barreras económicas y sociales que limitan su acceso al empleo formal, como la falta de políticas de conciliación y servicios de cuidado accesibles. Este grupo contribuye con un valor aproximado de S/38,619 millones en trabajo no remunerado, lo que equivale a alrededor de S/16,598 por madre. El impacto económico potencial de las madres en la NO PEA y la reducción de la brecha de género en la participación laboral reflejan la importancia de políticas inclusivas que permitan una mayor equidad en el mercado laboral. Según el INEI, la brecha salarial actual reduce la contribución potencial de las mujeres al PBI en aproximadamente S/98,141 millones, lo que sugiere un impacto positivo si se eliminara esta desigualdad.Nikolai Alva Ponce, economista de la Universidad del Pacífico, subraya que la participación de las madres en el PBI refleja también diferencias socioeconómicas.

 “La participación de las madres en el PBI también refleja diferencias socioeconómicas: en familias de bajos ingresos, muchas madres trabajan incluso en periodos de maternidad debido a necesidades económicas, mientras que en sectores de ingresos medios y altos, algunas pueden permitirse no trabajar fuera del hogar.”

Nikolai Alva Ponce • Econimista

Desafíos legales para la inserción de madres en el mercado formal

La legislación peruana ha establecido normas, como la Ley N° 29896, que busca proteger los derechos laborales de las madres, garantizando salud y seguridad durante la maternidad. Sin embargo, muchas madres enfrentan obstáculos para acceder al trabajo formal. 

“Las mujeres tienen mayores dificultades debido a las responsabilidades familiares que asumen, lo que limita su acceso a empleos formales.” 

José Michel Matos Pérez • Especialista en Derecho Laboral

Esto empuja a muchas a buscar opciones informales o freelance, que ofrecen flexibilidad pero con salarios significativamente más bajos. Además, la alta tasa de informalidad laboral, que alcanza aproximadamente el 76% entre las madres trabajadoras, revela la falta de políticas efectivas para fomentar la conciliación entre trabajo y vida familiar. Matos Pérez señala que la normativa actual no responde a la realidad del mercado laboral peruano, donde las empresas tienden a buscar empleados disponibles para jornadas largas. Es fundamental implementar reformas que no solo promuevan la igualdad de derechos, sino que también ofrezcan incentivos a las empresas para contratar a madres trabajadoras, facilitando así su reinserción en el mercado laboral.

Retos para las madres trabajadoras en el Perú

La situación de las madres en el mercado laboral peruano refleja la urgente necesidad de políticas laborales inclusivas y de apoyo, en especial para aquellas en el sector informal. Las historias de Ángela, Noemí y Aracelly evidencian una urgencia por implementar políticas que faciliten la incorporación y permanencia de las madres en el mercado laboral. Esto no solo beneficiaría a las madres, sino también al desarrollo económico del país, reduciendo la pérdida por inactividad femenina y aprovechando la contribución potencial de millones de mujeres en el Perú.

Elaborado por: Eva Pretell, Olivia Chava, Lizeth Zegarra, Daniella Regalado, Paola Guzmán, Adriana Torres




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