Pago de créditos: Tasas de morosidad alcanza niveles altos a causa de los fenómenos climáticos

Entre 2017 y 2024, el sector agropecuario peruano ha sufrido altas tasas de morosidad en créditos debido a fenómenos climáticos como El Niño. La SBS alerta que el impacto de un próximo El Niño podría empeorar la situación, con la morosidad alcanzando niveles récord en 2024.
17 de mayo de 2024 por
Olivia Chava
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En el periodo comprendido entre 2017 y 2024, el sector agrícola y agropecuario en Perú ha enfrentado importantes desafíos en términos de morosidad en el pago de créditos, especialmente debido a fenómenos climáticos como El Niño. Desde la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) se ha estimado que el país sentirá el impacto de un El Niño Costero moderado a fuerte, y un El Niño global moderado, lo que podría afectar significativamente el pago de créditos en este sector.


En marzo de 2017, el país sintió el impacto negativo del fenómeno del Niño Costero, particularmente en las regiones norte y centro. El sector agropecuario fue duramente golpeado, registrando una caída del 2,55% en su Índice de Producción Agropecuaria en comparación con el año anterior. Esta situación se reflejó en un aumento de los índices de morosidad, alcanzando su punto máximo en mayo de 2017, con un 3.15%, superando el promedio del año anterior que fue de 2.82%.


Desde el mes de febrero de 2024, el sector agropecuario ha enfrentado un desafiante escenario marcado por altas tasas de morosidad, registrando un preocupante 6,7% tras el impacto del fenómeno del Niño en el 2017. Este sombrío panorama se acentuó aún más en el primer trimestre de 2024, cuando según datos proporcionados por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), la tasa de morosidad del sistema financiero peruano alcanzó un récord negativo del 4,84%, marcando así el nivel más elevado en casi dos décadas. 


Si hablamos exactamente del sector agropecuario, este sector es extremadamente sensible debido a que para que este sector produzca, necesita ciertas condiciones, como el clima o estándares de calidad, así que los insumos o el precio mismo de estos productos suelen ser muy volátiles. Entonces eso hace que fluctúe, o que también sea un sector ya riesgoso de por sí

Junior Arroyo Rosas • Miembro de Habitat-Departamento de Administración y Finanzas

En febrero del 2024, la morosidad en el sector agropecuario alcanzó un 6,7%, siendo la región de Lambayeque la que encabeza la lista, seguida de San Martín (8.79%), Áncash (8.63%), Loreto (8.45%) y Ucayali (8.38%). Este patrón sugiere una posible relación entre los desafíos climáticos, como El Niño, y las dificultades económicas en las regiones más vulnerables.

La calificadora de riesgo Moody 'sadvirtió en su informe del año pasado que los gobiernos, empresas y la infraestructura de América Latina tendrían una menor flexibilidad financiera para afrontar El Niño en comparación con el fenómeno de 2016, ya que en aquel entonces la región se encontraba en mejores condiciones económicas.

Si bien el impacto a corto plazo sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) dependerá de la intensidad que alcance El Niño (se espera que sea moderado), los efectos a largo plazo variarán según la magnitud de los daños en la infraestructura de carreteras, escuelas y hospitales en las diferentes zonas afectadas.

Dentro de todas las consecuencias que trae consigo el Fenómeno El Niño, existen dos grandes desafíos económicos, los cuales serán el gasto que deberán realizar los gobiernos para la reconstrucción de la infraestructura dañada y el aumento en los costos de endeudamiento debido a las condiciones financieras menos favorables.

Afectación económica 

Los impactos adicionales son un bajo crecimiento económico (la región creció 3.9% en 2022), bajo crecimiento del sector agropecuario que limita su producción, acumulación de la deuda pública, mayores tasas de interés impuestas por los bancos centrales para controlar la inflación, y crecientes riesgos políticos derivados de la situación económica adversa.

En caso de que El Niño sea fuerte, comprometería la capacidad de pago de sectores económicos clave como la agricultura (que representa el 23% del PBI en países como Paraguay, el 19% en Nicaragua y el 12% en Perú), la ganadería (7% del PBI en Uruguay), la pesca (0.8% del PBI en Ecuador) y la minería (14% del PBI en Perú). Las condiciones macroeconómicas adversas, como la desaceleración económica, no permitirían a las entidades bancarias reducir los niveles de préstamos en mora o impagos.

Moody's estima que El Niño generará un estrés adicional en la actividad económica de la región hacia finales de 2023 y comienzos de 2024, en un contexto en el que ya se tiene una política monetaria restrictiva (altas tasas de interés) para contener la inflación, que si bien sigue siendo alta, muestra signos de desaceleración.

Una de las actividades económicas más impactadas negativamente será la pesca, especialmente en los países con importante industria pesquera como Chile (que representó el 0.3% del PBI en 2022), Perú (0.7%) y Ecuador (0.8%), debido al aumento de la temperatura en los océanos que provocará la migración de peces mar adentro.

Entrevista


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